Al celebrar este 11 de mayo el Día de las Madres, La Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, rinde un especial homenaje a las madres trabajadoras y profesionales que laboran en nuestra casa de estudios.
En este día tan especial, elevamos nuestra voz para rendirles un profundo y sincero homenaje.
Ustedes son el pilar fundamental que sostiene hogares y enriquece nuestras aulas y oficinas con su dedicación incansable. Su entrega se evidencia con la admirable maestría de quien sabe equilibrar el amor incondicional de una madre con la excelencia y el compromiso de una profesional.
Testimonios de Amor Maternal

Omaira Sánchez, enfermera del Servicio Médico de URBE, nos recibió con una calidez que solo una madre puede ofrecer. Al hablar de sus tres hijos, Jorje Luis, Luis Enrique y Omaury Chiquinquirá, sus ojos brillaban con un amor incondicional. “Ellos me han enseñado el amor puro y verdadero”, compartió con una sonrisa que iluminaba su rostro. “Como madre, he aprendido que el amor es recíproco; el vínculo entre nosotros es un lazo que trasciende todo. El amor entre madre e hijos es, sin duda, el más sublime que puede existir en este mundo. Cada abrazo, cada risa, cada pequeño momento compartido se convierte en un tesoro invaluable”.

Raizha Zabaleta, Supervisora de Diseño Audiovisual en SERVIEDUCA, también se unió a nuestra conversación. Ella es madre de Hadia, una hermosa princesa de 14 años. Al recordar su viaje como madre, dijo: “Ser mamá ha sido un cúmulo de emociones, una montaña rusa de alegrías y desafíos. Es un trabajo diario, pero no hay nada que se compare con la satisfacción de ver crecer a tu hija. La responsabilidad de enseñarle valores y principios es un regalo que me llena de orgullo. Ser madre soltera ha sido mi fortaleza, apoyada por los valores que mi familia me inculcó. Ver en Hadia los principios que le he transmitido, como la igualdad y el respeto, es un reflejo de lo que soy. Ser madre es lo más maravilloso, y me siento privilegiada de vivir esta experiencia”.

Lilian Castro, Directora de Capital Humano de URBE, compartió la historia de su vida con María Andrea, su hija, quien ahora brilla como profesional en Diseño Gráfico. “La llegada de mi hija fue un cambio radical en mi vida, una bendición que nunca imaginé”, confesó con una sonrisa nostálgica. “Mi familia es feliz, y los valores que mis padres me enseñaron —amor, respeto, tolerancia y empatía— son los que intento transmitir a María Andrea. Mi esposo y yo creemos firmemente en la importancia de formar a nuestros hijos para que sean agentes de cambio en el mundo. Esta es la mayor bendición que podemos tener, y debemos aprovechar cada momento para inculcarles valores que les permitan hacer del mundo un lugar mejor”.

María Mujica, Directora de Responsabilidad Universitaria de URBE, es madre de tres varones: José Ignacio, Miguel David y Tomás Andrés. “Criar a tres varones es un reto constante, pero también una aventura maravillosa”, compartió con entusiasmo. “Mi esposo y yo trabajamos arduamente para inculcarles valores en una sociedad donde parecen haberse perdido. La comunicación es clave; queremos que sientan que somos su mayor apoyo. Como familia católica, cultivamos valores que espero que los guíen en su camino. Ser madre ha sido una experiencia increíble, y ser la única mujer entre tanto varón me ha hecho más fuerte. Mis hijos son mi motor, la razón por la que me esfuerzo cada día por ser mejor madre, mejor persona y mejor profesional”.

Solema Herrera, Jefa de Proveduría Estudiantil y Fotocopiado en URBE, es madre de dos galanes, Kleyver y Víctor, y orgullosa abuela de Jesús Ángel, de siete años. “Ser madre es lo mejor que le puede pasar a una mujer”, afirmó con una mirada llena de amor. “Como le digo a mi hijo mayor, me enseñaste a ser mamá. La experiencia es maravillosa, llena de aprendizajes. A todas las mamás que trabajan y tienen hijos, les digo que sí se puede. Lo importante es organizarse y dar tiempo de calidad a nuestros hijos. Cada momento cuenta, y los recuerdos que creamos juntos son lo que realmente importa”.

Yoemnis D´Vicente, actual Directora de la Escuela de Relaciones Industriales y madre de Ana Gabriela, una brillante abogada, compartió su historia con emotividad. “Ser madre es uno de los momentos más hermosos que una mujer puede vivir”, dijo, recordando el instante en que sostuvo a su hija en brazos por primera vez. “Después de llevarla nueve meses en mi vientre, ese momento fue mágico. A pesar de los desafíos de equilibrar mi rol como madre y profesional, cada almuerzo que compartíamos, cada cumpleaños que celebrábamos juntas, eran momentos que atesoraba. Recuerdo un cumpleaños especial en el que llevé tortas y refrescos al colegio, y su felicidad al verme fue un regalo que nunca olvidaré. Es fundamental estar presentes en los buenos y malos momentos, y siempre preguntarles sobre su día. Mis esfuerzos valen la pena, porque mi hija es una mujer noble y excepcional”.

Laura Bravo, responsable de la formación de la plataforma Moodle para docentes de URBE y madre de tres hermosas princesas —Valentina, Valeria y Verónica—, describió su ajetreada rutina. “Mis días son largos, desde llevar a las niñas al colegio hasta cumplir con mis responsabilidades laborales”, explicó. “Pero siempre busco tiempo para cada una de ellas. Cada niña tiene su propia personalidad, y encontrar el equilibrio es un desafío. Sin embargo, esos momentos de compartir, como ver una película juntas, son los que más valoro. Cada día es una oportunidad para enseñarles lecciones de vida y crear recuerdos inolvidables”.

Massiel Nava, Directora del Centro de Investigación de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, es madre de dos varones, Jorge y Alfredo, y feliz abuela de Máximo Alejandro. “Ser abuela, o ‘abu’ como cariñosamente me llama mi nieto, es experimentar un amor más profundo”, compartió con ternura. “Ya no tengo tantas responsabilidades, lo que me permite disfrutar más. El amor de abuela es más grande y puro, y al llegar a casa, cada momento con mi nieto es un regalo. Con la experiencia de ser madre, comprendo mejor sus acciones, y estoy inculcando en él valores que espero le sirvan en su vida. Hay más empatía en este proceso de formación, y eso lo hace aún más especial”.
URBE ve en cada una de ustedes la fuerza que impulsa proyectos, la sabiduría que guía a nuestros estudiantes y la ternura que reconforta los corazones. Son arquitectas de futuros, tanto en sus familias como en nuestra institución. Su capacidad para asumir este doble rol con gracia, pasión y responsabilidad es un testimonio vivo de la fortaleza y resiliencia femenina.
En este Día de las Madres, celebramos su entrega incondicional, sus madrugadas silenciosas, sus desvelos y sus logros profesionales que nos llenan de orgullo.
Reconocemos el esfuerzo extra, la planificación meticulosa y el amor infinito que invierten en cada tarea, en cada hijo, en cada estudiante y colega.
A todas las madres trabajadoras y profesionales e la URBE ¡gracias¡ por ser faros de luz en sus hogares y modelos inspiradores en nuestra comunidad universitaria. Su ejemplo nos enseña el verdadero significado de la dedicación, el amor y la perseverancia.
Que ese día este lleno de alegría, reconocimiento y el cariño inmenso que merecen, que sientan el abrazo cálido de sus seres queridos y el profundo agradecimiento de toda la familia URBE.
¡Feliz Día de la Madre!