La comunidad educativa se reunió en una emotiva misa de acción de gracias para conmemorar el 21 aniversario de la Fundación Jesús Enrique Lossada (JEL). La eucaristía se llevó acabo en la Basílica Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquinrá, contó con la presencia de la Rectora de la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín (URBE), Dra. Diana Belloso, así como del Presbítero Dr. Eduardo Ortigoza, quien fue el encargado de oficiar la misa.
Entre los asistentes también se encontraban el Secretario de Educación Universitaria, Dr. Gabriel Cubillán; la Licenciada Karol Camacho, Secretaria de Educación; la presidenta de la Fundación JEL, Elba Martínez; el vicepresidente del Consejo Legislativo del Zulia (CLEZ), Yover Martínez; y rectores de otras universidades de la región, quienes se unieron a la celebración.
Durante la homilía, el Presbítero Ortigoza destacó la importancia del programa de becas JEL, un proyecto que ha contribuido significativamente a la inclusión educativa en el Zulia. «Celebramos esta misa en un contexto de profunda alegría. Este exitoso programa ha fortalecido el alma de nuestra sociedad zuliana, formando el carácter y el criterio de las nuevas generaciones», expresó.
El presbítero enfatizó que, a lo largo de sus 21 años, el programa ha enfrentado desafíos, pero ha logrado responder a las expectativas de la juventud venezolana. «Los jóvenes desean estar preparados para contribuir a un futuro mejor, no solo para ellos mismos, sino para sus familias y la sociedad en general», afirmó.
Ortigoza también subrayó la necesidad de que las instituciones educativas acompañen a los jóvenes en su proceso de formación, recordando que «todo aprendizaje debe estar orientado al servicio de los demás». Resaltó que las dificultades son parte del crecimiento y que, así como el oro se purifica con el fuego, las pruebas permiten demostrar lo mejor de cada uno.
Finalmente, el presbítero instó a los presentes a continuar apoyando a los estudiantes, recordando que una beca representa no solo un regalo, sino un compromiso y una oportunidad de desarrollo para ellos y sus familias. «No nos cansemos de seguir brindando apoyo a estos jóvenes, quienes serán los protagonistas de un futuro inmediato», concluyó.
La misa culminó con un sentido agradecimiento a Dios por el éxito del programa y una oración por el bienestar de todos los estudiantes y quienes dirigen la fundación. La celebración no solo conmemoró un hito importante, sino que también renovó el compromiso de la comunidad educativa con la formación y el desarrollo integral de los jóvenes en la región.
