URBE ofreció eucaristía en honor a su patrono San Onofre


La Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín realizó este miércoles 12 de junio una celebración eucarística en honor a San Onofre, patrono y protector de esta casa de estudios.

La celebración eucarística se efectuó en el salón de juicio oral de la Urbe ante la presencia del busto de San Onofre.

La misa estuvo a cargo de presbítero Robert Alvarez, Administrador Porroquial  de la Iglesia Santísima Trinidad,  quien inició la misa saludando al Presidente del Consejo Superior Universitario Dr. Oscar Belloso Medina, la Rectora Diana Belloso Montiel, al vicerrector académico Dr. Plácido Martínez, al vicerrector administrativo Dr. Ángel Villasmil, al secretario Dr. Humberto Perozo, así como la directora general la Dra. Nadia Romero, decanas, directores de escuela y comunidad estudiantil.

Durante la homilía el celebrante destacó las virtudes heroicas de San Onofre y exaltó a quien fue un hombre entregado a Dios, según la tradición era proveniente de una familia de nobles, “los Santos están en la iglesia católica para ser venerado, porque la adoración es exclusiva a Dios”.

San Onofre llevó una vida de santidad y gracia, durante más de 60 años vivió como ermitaño, entregó su fe a Dios llevando una vida espiritual apartado de la sociedad.

La Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, como todos los 12 de junio de cada año celebra la festividad de San Onofre, quien es Patrono del trabajo y de lo imposible, devoción venerada por el Rector Dr. Oscar Belloso Medina.

El Presidente del Consejo Fundador  Dr. Oscar Belloso Medina, un hombre de fe está bajo el amparo de San Onofre y logró consolidar la más moderna universidad de Venezuela gracias a la intercepción del santo ante el Consejo Nacional de Universidades, el Dr. Harold Zabala, en su libro «Desde mi ventana, una mirada en la vida del Tigre Belloso», reseña “decidió pedirle por la aprobación del proyecto URBE, el cual había sido sometido a consideración del Consejo Nacional de Universidades, efectivamente fue aprobada”.

Es por ello que el Dr.  Belloso Medina, erige una Plaza con la esfinge del Santo de lo Imposible en el Campus de la Universidad, que sirva como espacio de encuentro con la fe para toda la comunidad universitaria.

Hagiografía de San Onofre

Según referencia histórica católica,  San Onofre era hijo de un rey egipcio, persa o abisinio (Abisinia era el antiguo nombre de la actual Etiopía). Se cree que nació hacia el año 320.

Cuenta la historia que sus padres no podían tener hijos, pero su madre rogó al cielo y tuvo el milagro de  concebir. El diablo le hizo creer a su padre el rey que el niño era producto de una relación adúltera de su esposa,  el maligno le dijo «Apenas nazca, tíralo al fuego». Así lo hizo el rey, pero el niño resultó ileso gracias a la intervención de su ángel custodio. Este milagro hizo que sus padres se convirtieran a la fe de Cristo y lo bautizaran con el nombre egipcio de Wnn-nfr «el que es continuamente bueno»

Desde niño estuvo rodeado de lujos y comodidades, pero siendo un adolescente salió un día de su palacio y conoció la pobreza, la angustia y la enfermedad, los males que agobian al pueblo. Esto le conmovió tanto que abandonó su vida principesca y solicitó ser admitido en un convento de Abage.

Vida como eremita

Cuando se hizo adulto abandonó el convento se marchó a vivir como ermitaño, deseoso de alcanzar la unión con el amor de Dios. La tradición relata que una luminaria le acompañó por cerca de siete millas de camino en el itinerario hasta una choza. Al llamar a la puerta, le abrió un venerable anciano que era ermitaño desde hacía muchos años. Onofre cayó de rodillas, penetrado de admiración, y el anciano le dijo: «Te aguardaba, Onofre, que como ves, sabía de antemano tu nombre; ni me son desconocidos tus deseos, ni ignoro para lo que el cielo te reserva: persevera, pues, hijo, en tu propósito, y entra en mi choza a descansar algunos días».

Onofre se quedó a vivir allí y una vez al año salía para visitar a su maestro y aprender de sus sabias enseñanzas. Otras versiones afirman que la ermita de Onofre fue una cueva entre acantilados cerca de Göreme (Capadocia), en la actual Turquía.

Onofre solo comía dátiles y agua que sacaba de la palma que crecía junto a su choza. Otras versiones afirman que también comía hierbas del desierto, insectos y en algunas ocasiones miel. Como vestimenta solo tenía sus propios cabellos, de considerable longitud, y hojas de palma o hierbas del desierto entretejidas. Por las noches tiritaba de frío y en el día era abrasado por los rayos inclementes del sol. Un ángel le daba pan y vino los domingos, y de esta forma comulgaba. Sobrevivió así durante 60 años, dedicado a la oración, las mortificaciones y las austeridades. Muy pocas veces salió de su retiro para administrar el sacramento del bautismo.

En cierta ocasión, el abad san Pafnucio se internó en el desierto, en busca de los famosos monjes eremitas que seguían las enseñanzas de San Antonio Abad. Pafnucio le hizo compañía y le pidió que le contara la historia de su vida. Onofre así lo hizo, y poco después falleció, un 12 de junio del año 400.

Pafnucio puso por escrito la vida y obras de san Onofre, y la tradición añade que cuando murió, un coro angélico le rindió honores y alabanzas, y unos leones mansos acompañaron a Pafnucio a enterrar el cuerpo del ermitaño.

Hoy día de su festividad toda la comunidad universitaria de la URBE, encabezada por el Presidente del Consejo Superior  Dr. Oscar Belloso Medina, eleva una oración por nuestros estudiantes para que encuentren en San Onofre el refugio en el amor de Cristo y bajo su amparo y protección todas las cosas les serán posibles.


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