Ilustres Zulianos: Gladys Vera, la eterna reina de la Gaita un  patrimonio musical zuliano


La sección Ilustres Zulianos de hoy se engalana con un homenaje a una mujer que tejió con su talento y pasión una melodía inconfundible: la de la gaita zuliana. Su nombre, sinónimo de tradición y maestría, resuena aun con fuerza en el corazón del Zulia ella es Gladys Mercedes Vera.

Más que una artista, es la Sempiterna Reina de la Gaita, Gladys Vera, es una musa que ha dado vida a la gaita zuliana, elevándola a la categoría de patrimonio cultural del Zulia. Sus interpretaciones, impregnadas de la esencia del pueblo zuliano, han narrado historias, despertado emociones y hecho vibrar a generaciones con su ritmo.

Un canto a la zulianidad

Un 4 de julio de 1949, bajo el sol radiante de Maracaibo, nació Gladys Mercedes Vera, una mujer que con su voz melodiosa y afinada se convertiría en la musa de la gaita zuliana. Desde pequeña, su corazón se encendió con la pasión por este género musical, y su virtuosismo con el furro en el conjunto Santa Canoíta la catapultó hacia un destino de leyenda.

En 1964, su talento la llevó a las filas del conjunto Santa Anita, donde en 1966, tras la ausencia de la vocalista principal Raiza Portillo, Gladys Vera se consolidó como la voz femenina solista. Ese mismo año, con apenas 17 años, grabó su primera producción discográfica, dejando huella con su debut en la gaita «Suenan campanitas» de Wolfgang Larreal. Un segundo tema, «Último aliento», también de Larreal, completó su participación en este álbum.

Desde entonces, la voz de Gladys Vera se convirtió en un instrumento para expresar el sentir del Zulia. Sus letras, cargadas de poesía y sentimiento, retrataron la cotidianidad, las tradiciones y la idiosincrasia del pueblo zuliano.

Luego de 25 temporadas gaiteras con Santa Anita, su camino la llevó a consagrarse con la «Sempiterna de la Gaita», un conjunto que marcó un hito su carrera musical.

Trayectoria Musical

Con Santanita, Vera consagró su reinado durante 25 años, grabando éxitos como «La Arenita del Río», «La Antorcha», «Mi Orgullo» y «Estampas».

Con una falda de flores y blusa blanca adornada,
con una voz bien timbrada muy alegre y parrandera.

Esa era la estampa de la genuina gaitera

Se solía cantar nuestra gaita zuliana,
por doquiera.

Su legado musical se extiende a lo largo de su trayectoria con agrupaciones como Maragaita, Cardenales del Éxito, Los Colosales, Los Compadres del Éxito y Racoa, entre otras.

Su canto no solo era alegría, también era denuncia social. Temas como «Amor Marginal», una crítica social de gran impacto cultural, son una muestra de su compromiso con la realidad de su pueblo.

“Tenía yo quince años
Veinticinco vos
Y con picardía nos decíamos adiós
Por la puerta ‘el rancho
Pasabas mirón
Me echabas piropos
Y me hablabas de ilusión”.

En 1979, Vera fue diagnosticada con lupus, una enfermedad que no la detuvo. Su fe inquebrantable y su férrea voluntad le permitieron seguir adelante, convirtiéndola en un ejemplo de lucha y superación.

Su discografía es un tesoro musical que guarda para siempre su voz:

“Gaita para siempre”

Cántame una gaita
que estoy triste hoy
canta que estoy lejos del suelo
que un día vio lumbrar
a una madre santa
un amanecer
a un niño gaitero que canta
recuerdos de ayer

«Fuente Divina»

Hermoso Lago
Hermosa fuente divina
Lleno de plenitud y transparencia
Viste nacer a mi china
Fueron los peces
Junto a las olas
Los que llevaron la tabla
de nuestra Santa Patrona.

«Mi Vieja Plaza Baralt»

“Se perdió la algarabía
el sabor maracaibero
y que todo el Zulia entero
nunca lo podrá olvidar
el bullicio y la alegría
que había en la Plaza Baralt”

“Anhelo”

Bella Luz que iluminaste mi ser,
Eres tú, mi prenda activa mi dulce miel,
en cada verso en cada paso que doy
parece verte como un siglo, como a Dios.
estas tú, tan dentro de mi querer
que tal vez, no lograrías comprender,
que tanto tiempo y tantas ansias de amar así,
tú has sido siempre mi alegría y mi vivir.

Estas son algunas de las gaitas que interpretó Gladys Vera

En 1993 la Sempiterna Reina de la Gaita Gladys Vera fue exaltada a Patrimonio Musical del Estado Zulia, por Decreto N° 13-A de la Gobernación del Estado.

Pero su primero premio como gaitera fue en 1974 en El Festival de gaitas Virgilio Carruyo, con el tema “Mi orgullo” de Astolfo Romero.

“De Maracaibo soy
y orgulloso me siento
de llevar así por dentro
el gentilicio zuliano
de ser gaitera aaaaah
de sangre y de corazón
de gritar con emoción
que he nacido en esta tierra”.

Gladys la artista, la mujer, la amiga

La voz de Moraima Gutiérrez, locutora y periodista de reconocida trayectoria en la ciudad de Maracaibo, se torna cálida y vibrante al hablar de Gladys Vera, la sempiterna Reina de la Gaita. Sus palabras evocan la imagen de una mujer que no solo brilló por su talento musical, sino también por su calidad humana.

«Gladys siempre sobresalió en escena», relata Moraima. «Primero, su prestancia y habilidades para ejecutar el furro cautivaban al público. Luego, su elegante figura y extraordinarias condiciones vocales la convertían en el centro de atención».

Más allá de su virtuosismo musical, Gladys se distinguía por su meticulosidad. «Cuidaba mucho la parte estética y no grababa cualquier temática», destaca Moraima. «Era cuidadosa con la selección de compositores y las temáticas de las gaitas. Neguito Borjas, Astolfo Romero, Ricardo Portillo, Humberto Rodríguez, Cecilia López Taché, Jesús Bravo González, Victor Hugo Márquez, Alberto Carruyo y Simón García fueron algunos de los compositores a los que más le grabó».

Para Moraima, Gladys es un ejemplo a seguir para las nuevas generaciones. «Era una mujer muy familiar; ella era quien organizaba los cumpleaños de su mamá, hermanos y esposo; cocinaba muy bien; decoraba cada rincón de su casa en días de Navidad; era amiga de los amigos, solidaria, detallista y atenta».

Moraima describe a Gladys como una mujer de profunda fe y espíritu noble. «Me llamaba a la Radio con frecuencia para saber de mi familia, darme la bendición y desearnos un buen día al equipo radial», relata. «Solíamos conversar sobre su estado de salud que nunca la amínalo. Era católica y encomendaba a Dios y a la Virgen cada día de su vida, además nos deleitaba al interpretar el Ave María en cualquier oficio religioso», recuerda Moraima con emoción. «Respetaba mucho a las otras solistas de la gaita y estableció vínculos amistosos con todas».

Un legado de voz, pasión y ejemplo

Johana Salas, ahijada de Gladys Vera, la recuerda como una mujer íntegra y profesional, un referente de lo que debe ser una mujer en todos los aspectos de su vida. «Cuando se camina por la vida haciendo el bien, mostrándose como eres y dando ejemplo de constancia, pasión y amor vas sembrando en los demás de manera positiva», afirma Salas.

Gladys Vera fue una fuente de inspiración para las nuevas generaciones de gaiteras. Su actitud, su autenticidad y su calidez en el escenario la convirtieron en un modelo a seguir. «Hoy día, cuando veo el rostro de cada niña interpretando sus gaitas, o escucho decir: ‘Yo admiro a Gladys Vera’ es inevitable no recordar sus palabras y su sonrisa», expresa Salas.

Para Johana Salas, uno de los valores más importantes que Gladys Vera transmitió a través de su música y su vida fue el respeto al público. «El respeto al otro, llevándolo a su rol en la Gaita diría que su conexión con el público demostró lo que todo artista debe ofrendar a ese público seguidor: El Respeto unido al amor, el sentido de pertenencia por lo que nos identifica, de la mano del profesionalismo evidenciado en cada trabajo musical realizado», señala.

Salas recuerda con cariño un viaje especial que hizo con Gladys Vera al Monumento a la Virgen de La Paz en Trujillo. «En el camino no paramos de reír de ver cómo nos moríamos de frío. Al subir a la Virgen no sabíamos quien hacía más paradas, si mi hija, mami, ella, Fernando (su esposo) o yo jajajjajaja… ya se imaginará», cuenta entre risas.

Un legado que pervive

Un silencio ensordecedor se apoderó del Zulia aquel 14 de septiembre de 2015. La voz que durante décadas había llenado de alegría y nostalgia cada rincón de la región se había apagado. Gladys Vera, la Sempiterna Reina de la Gaita, había partido dejando un vacío irremplazable en el corazón de su pueblo.

Sin embargo, su legado sigue vivo. Sus canciones, interpretadas con una voz inigualable y cargadas de sentimiento, continúan resonando en las calles zulianas, en las emisoras radiales y en los hogares de miles de personas. Sus letras, llenas de poesía y tradición, nos transportan a un mundo mágico donde la alegría se mezcla con la nostalgia, donde el amor se celebra y la vida se recuerda con cariño.

Gladys Vera fue más que una cantante. Fue una maestra, una amiga, su sonrisa, su sobriedad, elegancia y su calidez humana la convirtieron en una figura querida y admirada por todos. Su pasión por la gaita era contagiosa, y su talento inigualable la llevó a convertirse en una leyenda viviente.

Hoy, a pesar de su ausencia física, Gladys Vera sigue presente en el corazón del Zulia. Sus canciones continúan alegrando nuestras fiestas, sus enseñanzas siguen guiando a las nuevas generaciones de gaiteros y su legado sigue inspirando a todos aquellos que aman este género musical tan arraigado a nuestra identidad.

Gladys Vera, la Sempiterna Reina de la Gaita, vivirá por siempre en el recuerdo del pueblo zuliano. Su voz seguirá resonando en el tiempo, recordándonos la belleza de nuestra tierra, la fuerza de nuestras tradiciones y la magia de la música que nos une.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *